La marca de procedencia es la huella de la propiedad de un ejemplar, que suele tener ya un valor inherente, pero que se revaloriza a veces si se asocia a sus antiguos poseedores. Es raro hablar de la procedencia de una suelta; más corriente es hablar del origen e historia de una colección completa. Son pocos los ejemplares de comedias sueltas examinados en las bibliotecas académicas y de investigación de Estados Unidos los que tienen un pedigrí definido. Las colecciones de la Hispanic Society of America y de la Boston Public Library hablan de antiguos e interesantes poseedores. Las más pequeñas suelen ser donaciones de profesores jubilados o de sus herederos, como en el caso del campus Domínguez Hills de la California State University o de las sueltas donadas por Milton A. Buchanan a la biblioteca de la Universidad de Toronto. La mayoría de las colecciones se construyeron gracias a las sucesivas compras o a pequeñas donaciones a lo largo de los años.

Puede probarse la existencia de un anterior poseedor de una suelta individual o en un volumen si lleva un sello, exlibris o signatura. La procedencia está en relación directa con la relevancia o erudición del propietario en su campo de estudio: cuanto más conocido sea el coleccionista o académico anterior, más valiosa será la colección. Hay un campo específico en los registros bibliográficos para consignar esta información.

Véase además: número de registro, anotaciones, exlibris, sellos / marca del coleccionista